Una de las principales características del hormigón es su gran versatilidad ya que podemos usarlo para muchas tareas. Desde construcciones con propósitos estructurales hasta acabados, el hormigón ofrece muchos beneficios. Aunque tantos usos a veces podrían llegar a ser un poco confusos o difíciles de diferenciar.
Es por eso que aquí te hablaremos de uno de los usos más importantes y comunes del hormigón. Así es, hoy te explicaremos todo lo que debes saber sobre las losas hechas a partir de hormigón. De esta forma podrás explotar al máximo los beneficios que este material ofrece.
Conocida también como losa de cimentación, esta losa está constituida por un armazón interno y hormigón. Dicho armazón está conformado principalmente por jaulas de acero o por mallas metálicas de alta resistencia. El hormigón es el encargado de cubrir dichas jaulas aportando así mucha mayor resistencia y fuerza.
Su uso es muy común en terrenos inestables, poco homogéneos o con una baja capacidad portante o para soportar cargas. Esto debido a que las losas ofrecen una cimentación uniforme comparadas con otras cimentaciones las cuales podrían sufrir asentamientos diferenciales.
Describirlas es muy fácil pues parecen un cuadro o una extensión de hormigón estilo pavimento. El tipo de losa dependerá de la construcción que estemos realizando, así como las características del terreno. De igual forma, los refuerzos dependerán de las cargas que queramos aplicar. Además, los tipos de hormigón por losa (losa de hormigón impreso, losa de hormigón rayado) también pueden cambiar.
Uno de los errores más comunes es confundir una losa con una solera de hormigón cuando ambas son muy diferentes. Para que no las confundas, aquí te dejaremos sus 2 principales diferencias.
Uso
El uso es quizás la mejor forma de diferenciarlas pues tanto la solera como la losa tienen usos muy diferentes. Una losa, en principio, está diseñada para ser usada como un elemento estructural en una construcción. Es decir, se usa para soportar carga y peso actuando como un tipo de cimentación como explicamos con anterioridad.
Por otro lado, las soleras no tienen un propósito estructural, es decir, no se construyen como cimentación. Esto hace que su capacidad para soportar cargas y fuerzas sea mucho menor. En general, están destinadas a proporcionar firmes horizontales (nivelar el terreno) y estabilidad en construcciones.
Composición
La composición es otra de las diferencias principales entre las soleras y las losas de hormigón. Una solera puede estar compuesta o no por un refuerzo de acero interno, esto dependerá de su uso. Si se añade un refuerzo este suele ser mallazo debido a que las soleras no soportan fuerzas estructurales.
En cuanto a las losas de hormigón, estas necesitan llevar un refuerzo interno para darles mayor fuerza y resistencia. Sin un refuerzo las losas podrían perder su capacidad para soportar cargas estructurales. Por lo regular, se suelen usar armaduras de acero, varillas o mallas gruesas. Hay algunas losas respecto a las soleras en cuanto al tipo de hormigón utilizado en su construcción.
Para hacer una losa de hormigón debes seguir estos pasos:
A continuación, te explicaremos las 6 principales características de una losa de hormigón.
Existen una gran cantidad de tipos de losa de hormigón. Al utilizarse tanto para estabilización como una especie de plancha o solera y como cimentación, existen muchas opciones disponibles. Es por eso que aquí te dejaremos los principales tipos.
La principal característica de este tipo de hormigón es el acabado de la misma. Y es que aquí, en lugar de tener una superficie lisa y aburrida tenemos un diseño personalizado. Esto se logra mediante el uso de moldes especiales para crear patrones impresos. De igual forma los pigmentos también se usan para personalizar el hormigón.
Existen muchos beneficios de usar el hormigón impreso en una losa. La primera ventaja es el hecho de que la construcción es prácticamente la misma. La segunda está en que el patrón impreso mejora la tracción y la resistencia. Por último, la tercera es simple y está en su estética y belleza.
El hormigón pulido es la opción más fácil, rápida y barata de tener una losa de hormigón. Al igual que la opción anterior, el proceso de construcción es el mismo en la base. La principal característica la podemos encontrar en la superficie.
Una vez que haya secado el hormigón se usa una pulidora para darle su acabado tan característico. La superficie pulida permite un movimiento más eficiente, reduce desgaste y ofrece una gran estética. Su costo es muy bajo y por sus características su uso es muy popular en la industria, parking y comercios.
Diseñado principalmente para lugares donde abunda el agua, este hormigón permite un mayor drenado superficial. Al contar con una mayor separación entre sus componentes el agua puede fluir rápidamente. Esto se logra mediante una fabricación especial con áridos (grava) de mayor diámetro.
Su capacidad de carga es buena, aunque su uso está recomendado para caminos o parking y no para estructuras. Al permitir un mayor drenado de agua el desgaste se reduce de forma significativa. Así no tendrás que sufrir por baches causados por la lluvia. Además, el costo de montar drenajes es menor.
El espesor de una losa de hormigón es muy importante pues de esta dependerá la capacidad de carga. Si tenemos una losa muy delgada, esta al soportar peso simplemente se resquebrajará. Para evitar fisuras lo ideal es que el espesor mínimo sea de 10 cm.
Los 10 cm te permitirán colocar la malla de soporte ideal, así como darle suficiente grosor al hormigón. Actualmente existen diferentes fórmulas que te permitirán determinar el grosor de la losa. En función de la carga debe ser el grosor, aunque el mínimo funcional son los 10 cm.