Colocar hormigón podría parecer muy simple por lo básica que resulta ser su mezcla. Si bien solo necesitamos agua, arena, grava y cemento, esto no se queda solo allí. Es necesario considerar una gran cantidad de factores al momento de aplicarlo.
Y es que, si no tomas en cuenta puntos como el proceso de curado, el hormigón podría perder calidad. Existen algunas formas de mantener a tu hormigón en perfecto estado para que sea duradero. Una de ellas, y de la cual hablaremos aquí, es el uso de juntas de dilatación en hormigón.
Por su naturaleza, el hormigón sufre diferentes cambios físicos al momento de fraguarse. Esto es fácil de observar pues al momento de verterlo es uno, pero al secar es otro. Dichos cambios producen una serie de movimientos internos en el hormigón los cuales pueden debilitarlo.
Las juntas de dilatación en pavimentos le dan espacio al hormigón para moverse mientras ayudan a absorber la tensión y fuerza. Esto reduce el riesgo de que el hormigón pueda fisurarse o perder cierta solidez por el movimiento interno. Su colocación es muy sencilla y garantizan la durabilidad del hormigón al darle margen para contraerse o dilatarse.
Existen diferentes tipos de junta de dilatación en hormigón, estas son las principales:
Hay muchas razones para usar estas juntas. Aquí te daremos las principales.
Para realizar juntas de dilatación estos son los pasos más comunes y generales.