El cemento pulido tiene similitudes con el pavimento del hormigón impreso pero a diferencia de este, es empleado en mayor medida en espacios interiores, aunque también se utiliza en espacios exteriores como centros comerciales, aparcamientos, pistas deportivas, frontones, etc.
Este material se dio a conocer en los años 90, durante la aparición de los loft para darle una apariencia más industrial y moderna.
Actualmente se usa mucho para pavimentar, porque ofrece muchas ventajas que no pueden conseguirse con otros materiales para la instalación de pisos económicos, resistentes, estéticos y duraderos.
El cemento pulido resulta de un proceso que tiene varias etapas. Primero se realiza una losa en hormigón y esta se pule de manera mecánica para tener un acabado liso, muy parecido al de un espejo.
Consiste en una capa de cemento refinado al que se le coloca un producto colorante que luego se pule con una máquina especial y se le aplica una capa de protección.
Es un tipo de pavimento continuo, no son baldosas aisladas como el gres porcelánico, el mármol o granito, sino que el material es aplicado directamente en el suelo autonivelado, produciendo un suelo uniforme.
Este efecto de continuidad es ideal para las casas modernas, ya que busca crear una sensación de amplitud de espacios y de mucha luminosidad.
Hay una multitud de colores que pueden utilizarse, aunque los más comunes suelen ser el blanco y el gris. El acabado debe tener siempre un efecto difuminado, y con ligeras vetas debido al propio cemento, que le da un toque precioso a este tipo de suelos.
El precio del cemento pulido es bastante barato, mucho más que opciones como el microcemento.
El precio del cemento pulido en m2 se encuentra entre los 25 o 20 euros. Claro su precio final depende de varios aspectos que deben tomarse en cuenta.
Ambos materiales son completamente diferentes a pesar de los dos son usados en la construcción. A pesar de esto, mucha gente los confunde y piensan que son iguales.
Las diferencias entre ambos son: