A medida en que transcurre el tiempo, las construcciones han tenido mayor auge a nivel mundial. Esto, lo podemos percibir con la fabricación de puentes, represas, edificios, rascacielos y muros de alta contención.
Por lo tanto, requerimos de productos de calidad, para la resistencia de las edificaciones.
Esto es sumamente importante; sin embargo, la durabilidad y el funcionamiento de los mismos dependerán de la forma en la que los utilicemos. De entre toda esta variedad de materiales para construcción una gran opción es el Hormigón Seco.
Existen diversos materiales para la construcción de estructuras y uno de ellos es el hormigón seco.
Este es un compuesto derivado de cemento, gravillas, arena y aditivos, que al unirse con el agua, forma una composición maleable, resistente y perdurable para todo tipo de fabricaciones.
A diferencia del cemento, que es una sustancia que contiene partículas secas; al ser mezclado con otros elementos, forma otros tipos de hormigón.
Asimismo, este material viene en presentaciones de entre 20 y 25 kilos, para cualquier trabajo que queramos realizar.
Sirve para varias reparaciones o reestructuraciones generales, como pueden ser: fabricaciones de aceras, muros, pavimentos, bordillos, tabiques y cimentaciones.
Este producto se ha convertido en uno de los materiales de mayor preferencia al momento de realizar construcciones o renovaciones.
Además, al realizar esta composición, podremos envasarla y almacenarla para usos próximos.
Del mismo modo, existen diversas presentaciones en las que se puede conseguir el hormigón seco, como son: HS-25 normal, con fibras, ligero, autonivelante o drenante.
Si deseamos aplicar este material, debemos saber que tiene diversos usos, ya sea para industrias o para residencias.
En las industrias es mayormente utilizado por su capacidad de resistencia y por el nivel de solidificación en las construcciones. Esto podemos notarlo en la elaboración de techos, pavimentos, muros, techos y pavimentos.
Su uso en las residencias, es manipulado sobre todo para unir bloques o ladrillos para la fabricación de muros; también es ideal para la colocación de pisos, e incluso caminos para jardines u otros.
Sin embargo, este producto suele ser beneficioso para los ingenieros; porque también puede utilizarse para la elaboración de carreteras, calles, tabiques y cualquier tipo de elementos prefabricados.
Por ende, el hormigón seco suele ser ideal para todo tipo de construcciones. Debido a que es un material multifuncional, que puede ser manipulado en diversas situaciones.
Para utilizar el hormigón seco, es necesario situarnos en un lugar limpio, luego, debemos tener unas botas, unos guantes y gafas. Es importante saber que este producto contiene químicos, como lo es el cromo. Causando posibles reacciones alérgicas en la piel durante su manejo.
Del mismo modo, si ocurre alguna salpicadura en nuestros ojos, tenemos que lavarnos la cara rápidamente con abundante agua. Luego, nos corresponde solicitar una pronta revisión médica.
Ahora bien, para comenzar el proceso de la aplicación, hay que comprobar que el hormigón sea el indicado. Así, podremos trabajar correctamente en las superficies que vayamos a aplicar la composición.
No debe haber restos de pinturas o cualquier tipo de partículas. En el caso de que la zona que vayamos a trabajar sea muy absorbente tenemos que humedecerla levemente. Después, procederemos a manipular el hormigón seco.
Para iniciar, debemos mezclar el compuesto en una amasadora; agregando entre 2 y 2,5 litros de agua por cada saco, es decir 0.1 litros por kilogramos. Luego, tenemos que crear una solidez que sea blanda, que se adecúe a lo que vayamos a realizar.
Además, se recomienda que el tiempo máximo del amasado deba ser de entre 90 minutos. Por lo demás, tenemos que humedecer durante 24 y 48 horas, para que el producto se mantenga correctamente hidratado. Es importante saber que no podemos manejar una temperatura menor a 5º C ni mayor a 35º C.
Sabemos que el hormigón seco podemos utilizarlo para diversos trabajos de construcción; también tenemos la posibilidad de conseguirlo mezclando grava y arena.
La mayoría de las veces, lo manipulamos para realizar labores de albañilería o arreglos que queramos hacer en nuestros hogares. Para ello, no es necesario que solicitemos la ayuda de un experto en obras.
Igualmente, si queremos ser precisos en su aplicación, la mejor opción es adquirir un saco. De esta forma, trabajaremos el compuesto con la resistencia adecuada y evitaremos posibles fallas en su uso; agregando el producto y después el agua, para finalmente obtener la mezcla.
Otra de las razones por las que se utiliza el hormigón seco en sacos, es por su facilidad de trasladado; al pesar solo entre 20 y 25 kilogramos por saco, nos brinda mayor comodidad que otros materiales para edificaciones.
El valor del saco de hormigón seco dependerá de la industria que lo fabrique. Su rango va desde 2,40 y 5,00€ y su costo aproximado por kilogramos es de 0,10€.
Además, las zonas de venta y el peso del producto influirán en gran manera sobre su precio; la presentación del hormigón va de entre 20 y 25 kilogramos.